sábado, 13 de diciembre de 2014

¿Cómo nos ven?



¿Alguna vez os habéis preguntado cómo nos verán a los españoles fuera de nuestro país? Incluso entre las comunidades autónomas de España se ha estereotipado a  los integrantes de estas. La cultura general de toda comunidad nos lleva a estereotipar a las demás comunidades que nos rodean.

Así, España tiene fama de ser un país de fiestas por lo que no parece un país digno de confianza, no es un país serio. Puede ser que la crisis en la que España se ha visto envuelta refuerce está falta de confianza que tienen los otros países en nosotros. A los españoles, además, en otras culturas se los ve como perezosos y poco trabajadores, aunque los habitantes del país no necesariamente cumplan este estereotipo.

En la propia España se juega con este estereotipo en la serie televisiva La que se avecina en la cual hay un personaje, Vicente Maroto, que apenas se levanta del sofá y cuya línea representativa es “Qué pereza”. Incluso hay otros personajes que le apodan “el hombre cojín”.

Del mismo modo, Alemania se ve como un país serio, cuyos habitantes son los idóneos trabajadores por su responsabilidad. Este estereotipo se lleva al límite con facilidad, convirtiendo a los alemanes en personajes fríos, estrictos, severos y carentes de sentido del humor.

Un ejemplo muy claro de este estereotipo viene dado por la serie de dibujos japoneses Heidi (basados en la novela suiza del mismo nombre) en los que aparece una institutriz muy estricta que todos los que hayamos crecido con esta serie conoceremos, la señorita Rottenmeier, institutriz estricta de la pequeña Heidi (a la que renombra Adelaida) y de Clara, la alemana a la que Heidi hace compañía.





En otra tesitura, los holandeses tienen fama de liberales, ecologistas, ahorradores y prácticos, pero las dos últimas características que se les adjudican muchas veces dan lugar a que se les vea como tacaños.

Un ejemplo existe en la propia Holanda con una leyenda de un pueblo llamado Stavoren. Una mujer, a la que se llama en la historia Lady of Stavoren, es una viuda de un comerciante y su única preocupación es conseguir más riquezas, sin importarle lo que pase con sus vecinos. Dado que es una leyenda popular del folclore, esta mujer acaba arruinándose y así recibe lo que se merece por no preocuparse por la población.



Estos estereotipos no se dan exclusivamente en los tres países sobre los que hemos estado investigando, sino que se extienden a la mayor parte del mundo pues los datos llevan a conclusiones generalizadas. Así, otras nacionalidades se estereotipan: los argentinos tienen excusas para todo, los estadounidenses saben poca cultura general, los franceses son demasiado refinados hasta el punto de ser cursis o los italianos tienen fama de ser donjuanes.

Carmen García López

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