Hasta
ahora hemos hablado mucho de las diferencias y semejanzas lingüísticas, ¿qué
tal una ración de literatura? ¿Y
qué
mejor para ello que dos de los grandes poetas del Romanticismo? Como
no queremos aburrir a los lectores de este blog hemos planteado solamente el
tema general de cada poema y descifrado
el mensaje poético. Lo que queremos destacar es aquello que ambos tienen
en común.
Retrocedamos en el tiempo hasta el siglo
XIX. ¿Qué tenían en común en el contexto histórico que
pudo afectar a estos dos poetas? Pues bien, los dos países estaban sumidos en
los cambios políticos y morales que supusieron la llegada del Liberalismo. Este
cambio venía ya de la Ilustración del siglo anterior. ¿Y todo esto qué supuso?
Supuso la división ideológica de la sociedad en grupos: uno que reunía a
aquellos que aceptaban esos cambios y un segundo grupo que no los aceptaba, que
se aferraban a lo antiguo y lo tradicional. Y os estaréis preguntando qué tiene
que ver todo esto con el análisis de poemas. Se trata, nada más y nada menos,
de una idea más que básica para comprenderlos.
La reacción contra la crisis
moral en Alemania supuso para la mayoría de los literatos aferrarse a la
tradición, evadirse de todo, buscar el pasado y admirar las obras barrocas. Por
esto, se da un rasgo que vais a poder observar en las dos composiciones: la
importancia de los elementos religiosos. Organizaremos las ideas generales en
una tabla.
GOETHE
|
BÉCQUER
|
Concede gran
importancia a la musicalidad.
|
La noche.
|
El yo poético intenta
encontrar la paz interior porque está sumido en la tristeza.
|
Evocación de la
primera persona.
|
El yo poético tiene
una crisis filosófica provocada por su ambigüedad, la no posición clara
respecto a los acontecimientos históricos de su época.
|
Referencia a la luna.
|
La luna.
|
La iglesia, la
religión con un vacío, en medio de ese paisaje melancólico y nocturno.
|
La noche.
|
La lámpara era la luz
y la claridad que ahora tiembla, se desvanece y se distorsiona.
|
El intento de huir
como la solución a su lucha interior.
|
La iglesia como el
escenario físico de la escena que describe el poeta.
|
Añoranza del pasado.
|
El poeta se manifiesta
como alguien pecaminoso que ha perdido el camino de lo correcto según la
moral eclesiástica.
|
Visión de lo fluyente.
|
Se trata de un alma totalmente
perdida y desencaminada, que ha perdido el rumbo y convive con las criaturas
melancólicas de la noche.
|
Importancia del
silencio.
|
El poeta se manifiesta
como una especie de monstruo despreciable.
|
Es interesante que el
autor modificara el poema después de la Revolución francesa.
|
|
El río como fuente de
vida o de destrucción es una referencia a la Revolución francesa.
|
|
Goethe cree que la
nobleza está abocada a la destrucción.
|
|
La literatura ahora
sustituye a la religión que queda vacía de contenido.
|
Por
lo tanto, a modo de resumen conclusivo, podemos afirmar que la ideología de
ambos países no ha sido tan diferente, al menos a lo largo de la historia. Tanto los españoles como los
alemanes, han dado siempre preferencia a lo tradicional, lo que conocen. La
religión también ha tenido mucho peso en ambos países. La llegada de esta nueva
época, que ha tergiversado todos estos valores en los que se fundamentaban, dio
lugar a estas hermosas composiciones de carácter melancólico, cuyo tema
principal es la pérdida de esos valores que les provoca a los poetas la
ambigüedad y el desvío del alma de lo que creían que era lo correcto.
Este
es el poema de Goethe.
An
den Mond (segunda versión compuesta después de la Revolución Francesa en el año
1789):
Füllest wieder Busch und Tal
Still mit Nebelglanz,
Lösest endlich auch einmal
Meine Seele ganz;
Still mit Nebelglanz,
Lösest endlich auch einmal
Meine Seele ganz;
Jeden Nachklang fühlt mein Herz
Froh- und trüber Zeit,
Wandle zwischen Freud’ und Schmerz
In der Einsamkeit.
Froh- und trüber Zeit,
Wandle zwischen Freud’ und Schmerz
In der Einsamkeit.
Fließe, fließe, lieber Fluß!
Nimmer werd’ ich froh;
So verrauschte Scherz und Kuß
Und die Treue so.
Nimmer werd’ ich froh;
So verrauschte Scherz und Kuß
Und die Treue so.
Ich besaß es doch einmal,
was so köstlich ist!
Daß man doch zu seiner Qual
Nimmer es vergißt!
was so köstlich ist!
Daß man doch zu seiner Qual
Nimmer es vergißt!
Rausche, Fluß, das Tal entlang,
Ohne Rast und Ruh,
Rausche, flüstre meinem Sang
Melodien zu!
Ohne Rast und Ruh,
Rausche, flüstre meinem Sang
Melodien zu!
Wenn du in der
Winternacht
Wütend überschwillst
Oder um die Frühlingspracht
Junger Knospen quillst.
Wütend überschwillst
Oder um die Frühlingspracht
Junger Knospen quillst.
Selig, wer sich vor
der Welt
Ohne Haß verschließt,
Einen Freund am Busen hält
Und mit dem genießt,
Ohne Haß verschließt,
Einen Freund am Busen hält
Und mit dem genießt,
Was, von Menschen
nicht gewußt
Oder nicht bedacht,
Durch das Labyrinth der Brust
Wandelt in der Nacht.
Oder nicht bedacht,
Durch das Labyrinth der Brust
Wandelt in der Nacht.
Y este es el poema de Bécquer:
RIMA LXX, Gustavo Adolfo Béquer
¡Cuántas veces al pie de las
musgosas
paredes que la guardan,
oí la esquila que al mediar la
noche
a los maitines llama!
¡Cuántas veces trazo mi silueta
la luna plateada,
junto a la del ciprés que de su
huerto
se asoma por las tapias!
Cuando en sombras la iglesia se
envolvía,
de su ojiva calada,
¡cuántas veces temblar sobre los
vidrios
vi el fulgor de la lámpara!
Aunque el viento en los ángulos
oscuros
de la torre silbara,
del coro entre las voces percibía
su voz vibrante y clara.
En las noches de invierno, si un
medroso
por la desierta plaza
se atrevía a cruzar, al divisarme,
el paso aceleraba.
Y no faltó una vieja que en el
torno
dijese a la mañana
que de algún sacristán muerto en
pecado
era yo el alma.
A oscuras conocía los rincones
del atrio y la portada;
de mis pies las ortigas que allí
crecen
las huellas tal vez guardan.
Los búhos, que espantados me
seguían
con sus ojos de llamas,
llegaron a mirarme con el tiempo
como a un buen camarada.
A mi lado sin miedo los reptiles
se movían a rastras;
¡hasta los mudos santos de granito
creo que me saludaban!
Paula Máñez Masià